Redacción deportes, 9 oct (EFE).- Tan imprevisible como para pasar de encajar goleadas tan dolorosas como la que le endosó el Manchester City a protagonizar una remontada con autoridad en casa del equipo menos goleado de la Premier League, el Everton, que cedió al récord de Antony y el primer tanto en la competición, al fin, de Cristiano Ronaldo para un Manchester United que asalta la quinta plaza.

El sufrimiento de los últimos minutos, con el Everton volcado a la desesperada en busca de un punto, no empaña la personalidad mostrada por el Manchester United para levantarse. Con Casemiro en su primera titularidad en la Premier, con la experiencia suficiente como para no hundirse por un error que costó un gol y acabar siendo clave en el pase del tanto de la remontada.

Nacía el partido cuando un robo en la presión a un Casemiro lento en el inicio de jugada le costaba caro a su equipo a los cinco minutos. Onana le quitaba la cartera e Iwobi se inventaba un gran tanto, esquinado desde la frontal, con un derechazo ante el que nada podía hacer el vuelo de David de Gea.

Era el más difícil todavía para el Manchester United ante el equipo menos goleado de la competición, un Everton que hasta el momento no había encajado en ninguna jornada más de un gol por partido. Pero el golpe no aturdió a los de Ten Hag, dominadores del balón, con Eriksen imponiendo criterio y Bruno Fernandes derrochando energía.

Le devolvió la jugada al cuarto de hora en un tanto que es historia. La imprecisión en fase de salida la cometió Iwobi con un mal pase a Gueye, que tardó en reaccionar. Cuando se dio cuenta el balón ya había caído al costado donde un inspirado Antony no perdonaba. Contragolpe letal, definición con zurda ajustads al poste y récord. Nunca en la historia del Manchester United un jugador había marcado en sus tres primeros partidos.

Sentó diferente el gol a cada equipo. Al Everton le noqueó, incapaz de generar acciones de peligro, defendiéndose ante un rival que quería más. Eriksen probaba a Pickford y Cristiano, nuevamente suplente, entraba en escena por un problema muscular de Martial.

Enchufado el portugués desde la primera acción. Con ganas de demostrar. Encontró a Casemiro en la primera, sin que el brasileño definiera bien pero con Bruno Fernandez mandando a la red el rechace en una acción invalidada por fuera de juego.

Era un aviso, como el testarazo a placer de Casemiro a pase medido de Rashford en la búsqueda de corregir su error de alguna manera. No fue con gol, pero sí con un pase decisivo. De un error incomprensible en su propio campo se rehízo robando el esférico con carácter a Iwobi para lanzar un pase en profundidad al espacio a la carrera de Cristiano, que definía de zurda su primer gol en la Premier este curso en la décima jornada. Su tanto oficial 700 en clubes.

El objetivo de los ‘diablos rojos’ estaba conseguido al borde del descanso. No les importaría dar un paso atrás en el segundo acto para generar impotencia a un Everton carente de ideas. Solo a balón parado inquietó mientras que el United esperaba sentenciar al contragolpe.

Asi perdonó, tras un cabezazo de Onana, en la búsqueda de la escuadra de Eriksen o el tanto que debía ser el broche, de Rashford, tras marcharse con fortuna de dos defensas y marcar con calidad pero ver cómo el videoarbitraje informaba de una mano en un rechace a su favor. Y provocó el nerviosismo final, cuando apareció De Gea para poner a salvo un triunfo vital, sacando con una bonita estirada el centro convertido en disparo de Garner.

Deja tu comentario