Manchester City tenía un duelo clave frente al Wolverhampton para ponerse al frente de las posiciones en la Premier League hasta que le toque jugar al Arsenal. Y el equipo de Pep Guardiola aprovechó la situación y se quedó con una contundente victoria por 3-0 como visitante.

Los Ciudadanos consiguieron una rápida ventaja en el marcador. Al minuto de juego, Jack Grealish coronó una gran jugada que comenzó con un taco de Phil Foden, que luego siguió con el centro del blega Kevin De Bruyne para que el atacante inglés terminara definiendo para el 1-0 parcial. Más allá del gol, el número 10 del City también fue protagonista de una acción que causó temor.

Cuando iban más de los 30 minutos de la etapa inicial, se produjo una acción peligrosa que acabó con Grealish tendido en el césped del estadio de los Wolves. El defensor Nathan Collins fue a disputar el balón con tanta vehemencia que le aplicó una brutal patada en las zona de los genitales al atacante del City. Acto seguido, los futbolistas del equipo visitante fueron  a buscar al árbitro del encuentro, pero este actuó con rapidez y le sacó la tarjeta roja al marcador central de los locales.

El jugador que representa a la República de Irlanda se fue directo a los vestuarios y ahora habrá que esperar para conocer qué sanción decidirá imponer la Premier League tras esta acción violenta. El Wolverhampton jugó más de una hora de partido con un jugador menos y nada pudo hacer contra el poderío ofensivo del conjunto de Manchester.

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