Los temores de Luis Enrique se cumplieron en una fecha incómoda, con España alejada de la identidad mostrada en la reciente Eurocopa, remontada por su inestabilidad defensiva y encajando una derrota en una fase de clasificación mundialista 28 años después, que le deja a merced de Suecia para no verse abocada a la repesca.

La dureza de la derrota deja a la selección española en serios problemas. Con un partido más y a dos puntos de Suecia, que exhibió el poderío con el que nunca perdió en su país en trece encuentros con Anderson de seleccionador. Terreno que se convierte en maldito para la Roja, donde sigue sin ganar y se mete en un buen lío sumando el empate de su primera jornada ante Grecia.

La impotencia por la ineficacia ofensiva del debut en La Cartuja, en un encuentro que dejó hasta 17 remates y solo cinco a portería rival, se derrumbó en apenas cinco minutos. Fue el tiempo que tardó en aparecer Soler, libre de marca en el segundo palo, para enganchar con calidad un centro de Jordi Alba. La acción, con descargue de tacón de Morata y rápido pase de Busquets, descolocó a la zaga sueca.

Deja tu comentario