Los morados del Saprissa perdieron en Nicaragua ante un Real Estelí que pudo hacer más, pero al final terminó hincando a los morados por 1-0.

Sí, la serie es más que remontable para el Saprissa que deberá buscar el marcador la otra semana en La Cueva y difícilmente alguien vea a los nicaragüenses festejando en Tibás, pero la derrota no deja de ser humillante.

La derrota no fue obra de la casualidad, ni mucho menos porque el único tanto del partido fuera un verdadero golazo de Bancy Hernández, quien mandó un riflazo con pierna derecha desde fuera del área imposible para Esteban Alvarado en apenas 10 minutos.

Pero es que el Estelí no fue solo ese trallazo, el club nicaragüense fue mucho mejor que el Saprissa, no solo en personalidad, sino a nivel colectivo. Digamos que mientras los morados elaboraron alguna que otra jugada, los nicaragüenses se mostraron aplomados en transiciones y tuvieron que marcharse del juego con al menos un tanto más.

Prueba de ello fue al minuto 57, cuando el público comenzó a gritarle “olé” a los tibaseños mientras corrían tras la pelota que la movía el Estelí de un lado a otro. Increíble ver a un equipo nicaragüense tan aplomado y evolucionado a diferencia de lo que eran años atrás.

Saprissa careció de ideas, pero ni Javon East ni Orlando Sinclair consiguieron generar peligro.

El tiempo pasaba y el 1-0 se hacía más pesado y los morados se mostraron hasta desesperados, mientras que el Estelí paseaba la pelota e incluso se animaba a ir todavía más al ataque.

Cuando se acercó más, el portero Douglas Forvis les tapó las únicas chances de empatar que tuvieron.

El pitazo final no se hizo esperar más. Saprissa no defendió su honor y también cayó en Nicaragua mostrando su peor cara en lo que va de la temporada.

Lo que más preocupa es ver cómo el resto del área sigue mejorando, mientras que el fútbol tico parece dormido en los laureles desde hace muchos años.

No cabe duda de que el Saprissa saldrá con todo a remontar la serie la próxima semana en Tibás y que aún sigue como el gran favorito para alcanzar las semifinales, pero estas derrotas son unas bofetadas de realidad enormes.

Fuente: Teletica

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