Después de uno de los peores años de su historia, la selección brasileña salió de la UCI gracias a la irrupción goleadora de Endrick, la capacidad de reacción del grupo y el nuevo aire que le ha dado el técnico debutante Dorival Júnior, a tres meses de la Copa América.
La Canarinha ha empezado el año con una sorprendente victoria sobre Inglaterra en Wembley (0-1) y un trabajado empate ante España en el Santiago Bernabéu (3-3).
Brasil afrontaba esos dos compromisos en plena crisis: con bajas importantes, entre ellas la de Neymar, con un entrenador nuevo y después de un 2023 en el que firmó más derrotas (5) que victorias (3), algo que no sucedía desde 1963.
Pero ha pasado el examen con nota. Estas son las claves de la incipiente recuperación del combinado ‘verde-amarelo’:
1. Efecto Endrick
Endrick, delantero del Palmeiras y futuro jugador del Real Madrid, demostró por qué es la última sensación del fútbol brasileño.
Con apenas 17 años, lleva ya dos goles en cuatro partidos con la absoluta. Su nombre ya aparece al lado de los grandes.
Ronaldo Nazário necesitó 529 minutos para marcar sus dos primeros goles con la absoluta. Pelé empleó 64 y Endrick ha necesitado apenas 49, según informó BeSoccer a EFE.
Anotó ambos saliendo desde el banquillo. En Wembley para dar el triunfo a su país y en el Bernabéu para igualar a dos en la primera pelota que tocó.
Tiene estrella, aunque es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pues a principios de año también experimentó el sinsabor de quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de París, cuando había demasiadas expectativas depositadas en él.
2. Capacidad de reacción
Sin desarrollar un juego vistoso, Brasil ha probado su capacidad de reacción y sufrimiento. En Wembley se vio superada por Inglaterra en la primera mitad, pero aguantó el 0-0 hasta el zarpazo de Endrick.
En el Bernabéu, levantó un 2-0 en contra. En el minuto 87 encajó el 3-2 y sacó fuerzas para poner el definitivo 3-3 con un penalti en el tiempo de descuento.
3. El mensaje de Dorival cuaja
A diferencia de la gestión de Fernando Diniz, que fue un parche tras la espantada de Carlo Ancelotti, la filosofía de Dorival parece haber calado en la plantilla.
El técnico, todo un veterano de los banquillos, llegó rebosante de confianza y con el primer objetivo de recuperar «el respeto» perdido de la selección. Sin grandes inventos, apostó por un 4-3-3 con un tridente formado por Vinícius Júnior, Raphinha y Rodrygo de falso 9. Siempre movió el banquillo con acierto.
4. Un capitán inesperado
Danilo, exjugador del Real Madrid y Manchester City y ahora en el Juventus, fue capitán en Londres y se echó al equipo a la espalda. Además de cuajar una excelente actuación en defensa, dio una emotiva charla motivacional en el vestuario.
«Desde fuera, muchas veces la sensación es que somos una selección sin sangre, sin orgullo, sin brillo. No es posible que no os haya afectado, carajo. Y no es verdad, carajo», exclamó el lateral de 32 años a sus compañeros instantes antes de saltar al campo.
5. Es posible ganar sin Neymar
La ‘Neymardependencia’ siempre ha sido un hecho desde su incorporación a la selección tras el Mundial de 2010.
Desde entonces, casi siempre que Neymar se ha ausentado por lesiones o sanciones, Brasil ha tenido más dificultades para ganar los partidos.
Alejado ahora por una grave lesión en la rodilla, el 10 se perderá la Copa América casi con toda seguridad, aunque ese papel de director de orquesta puede ejercerlo Paquetá, recién indultado en la selección tras ser investigado por supuestas apuestas ilegales.
El mediapunta del West Ham fue fundamental para darle verticalidad al equipo y acelerar el juego en Londres y en Madrid. EFE
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