No cabe duda que Georgia ha sido la mayor sorpresa de la Euro 2024. El conjunto dirigido por el francés Willy Sagnol no solo se clasificó por primera ocasión al torneo continental, sino que avanzó a la segunda ronda tras conseguir una de las más grandes sorpresas en la historia del torneo al imponerse a Portugal.
A simple vista, la participación y el éxito de Georgia en Alemania ha sido una casualidad. Un equipo que batalló mucho para entrar al torneo, y una vez en el certamen se favoreció de un grupo y calendario accesible. La realidad es que el el éxito de los Jvarosnebi (Cruzados) viene de un trabajo mucho más profundo, y que ha requerido años para llegar a este punto.
El proceso ha sido largo
Más allá de lo visto en el campo, donde sobresalen las actuaciones de Khvicha Kvaratskhelia, el arquero Giorgi Mamardashvili, y un esquema ordenado y respetado por el conjunto, el éxito comenzó a tejerse hace algunos años, con pasos pequeños en todos los niveles.
La Federación de Futbol de Georgia (GFF) comenzó a apostarle desde hace alrededor de una década, al desarrollo de jugadores jóvenes y la difusión del deporte. Los vehículos para esta difusión han sido variados.
El país recibió la Euro sub-21 el año pasado, mientras que fue sede del torneo sub-19 en 2017. El torneo del año pasado rompió todos los récords de asistencia en este tipo de certámenes en la historia, y los tres partidos que más asistentes recibieron incluyeron al cuadro local, reflejo de la conexión entre el equipo en sus diversas categorías, y el público.
El producto en el campo también ha avanzado, quizás de manera lenta, pero continua. En el sub-21, como locales avanzaron en primer lugar de un grupo que incluía a Portugal, Bélgica y Países Bajos, equipos reconocidos por su trabajo con los jóvenes y de los más consistentes en Europa en todos sus niveles.
Los programas de integración de jóvenes al deporte también han tenido éxito. De 2015 a 2021, el número de futbolistas registrados en Georgia creció de 14 mil 600 a 37 mil 600, según datos de la UEFA. Sin duda estas medidas han favorecido el desarrollo del deporte desde sus niveles más básicos, creando una base de talento ascendente.
Georgia es cada vez más competitivo
Otro aspecto que ha aprovechado el futbol georgiano son las oportunidades de roce internacional. Mientras que para muchas selecciones la Nations League no es tomada muy en serio, Georgia ha sido de las más productivas en los partidos de esta competencia.
Eso no solo les ha abierto algunas puertas en términos competitivos, como recibir a Grecia en el duelo definitivo de la llave del repechaje, sino que ha generado una mayor familiaridad entre jugadores.
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