15 feb (EFE).– La resurrección del pulso por el título estuvo en las manos del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que acabó el partido arrodillado en la zona técnica llevándose las manos a la cara, incrédulo ante las ocasiones perdonadas por su equipo, incapaz de tumbar a un Bayern Múnich rácano, salvado por los palos y Manuel Neuer, que ni siquiera chutó a portería rival.
Era una final para el Leverkusen y un partido que superar, una fecha que tachar del calendario, para el Bayern en su camino al título. Los ocho puntos de ventaja adquiridos en la última jornada, cuando las rotaciones de Xabi Alonso no le sentaron bien a su equipo y la brecha se abrió con su empate ante el Wolfsburgo, dejaban al vigente campeón obligado a responder en la necesidad.
Una sensación bien distinta que permitió especular en exceso al Bayern. Superado en todas las facetas del juego pero salvador de un punto que le acerca un paso más al éxito. Ocho puntos de colchón con 36 por disputarse. Pocos se olvidarán de la sensación de inferioridad en el Bay Arena, quizás acusando el mayor desgaste en la ‘Champions’ y la tensión para vencer en unos ‘play off’ de acceso a octavos que evitó el Leverkusen.
Nada podrá quitar el amargo sabor de boca que le dejó el partido a los de Xabi Alonso. Ganador a los puntos con claridad, víctima de su falta de puntería. El único equipo que quiso jugar, meter ritmo siempre que pudo. Un Bayern replegado que nunca mostró sus armas ofensivas. Centrado en destruir más que en construir. Sostenido por la potencia en el centro de la zaga de Kim Min-jae, en otros momentos por Neuer.
Bayer Leverkusen 0-0 Bayer Múnich jornada 22 de la Bundesliga
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