Barcelona y PSG ponen un pie en las semifinales de la Champions

Barcelona, 9 abr (EFE).- En su mejor partido del curso, el Barcelona mostró su poder para acercarse a las semifinales de la ‘Champions’ tras cerrar con goleada la ida de cuartos ante el Borussia Dortmund (4-0), en una demostración de poder de su tripleta de delanteros: Lewandowski, Raphinha y sobre todo Lamine Yamal.

El polaco anotó un doblete, su cuadragésimo tanto en 45 partidos; Raphinha se convirtió con doce tantos en el máximo goleador en solitario de la Liga de Campeones y Lamine Yamal fue el desequilibrio constante.

El de Rocafonda se doctoró en un gran partido europeo. Intervino en los tres primeros goles y anotó el cuarto, en una gran demostración de fútbol y de confianza.

Mover para agitar el partido desde el principio a base de la posesión. Lo tenía claro Hansi Flick desde el minuto 0, sus jugadores lo sabían, pero se encontraron con un escenario diferente, ante un rival asimétrico, un fútbol directo y que dejaba muchos espacios entre líneas.

Y eso era una invitación para los puñales del Barça en las bandas. Lo vio claro Lamine Yamal, que en seis minutos ya se había regalado dos uno contra uno francos ante Bensebaini que, curiosamente, no contaba con ayudas para frenar al fenómeno de Rocafonda.

En la primera acción, tras un recorte, el meta Kobel ya tuvo que intervenir; en la segunda Lamine se regaló con una elástica y sólo pensó en batir la meta del Dortmund con un disparo al segundo palo cuando Lewandowski estaba solo a pocos metros de la línea de gol.

El tsunami del Barça tuvo continuidad con la primera acción de Pedri, un desborde de Raphinha y una asistencia a Lewandowski que obligó al meta a despejar a córner.

Salieron desbocados los azulgranas ante un rival muy físico y que no intentó crear más allá de jugar para Guirassy, un nueve de cuerpo contundente que jugaba de boya, y las proyecciones de Adeyemi y de Gittens en los extremos.

El Barça encontró el gol en una acción a balón parado, un saque lateral de falta que remató Íñigo Martínez, que desvió Cubarsí y que remachó Raphinha. Era el duodécimo del máximo goleador de la ‘Champions’, aunque precisó de revisión del VAR.

Con un 1-0 en el minuto 25, los de Flick perdieron algo de control de la situación. El Dortmund lo intentó y el Barça jugó más a las contras, con Lamine y Raphinha, que tuvieron un par de buenas acciones.

Pero al técnico del Barça no le gustó lo que veía, su equipo perdía demasiado pronto el balón frente a un rival que cada vez se lo creía más y tuvo dos llegadas buenas de Guirassy. En cuanto los azulgranas volvieron a tocar, en cuanto Pedri retomó la batuta, su equipo mantuvo la calma y Flick volvió a respirar.

La salida de los azulgranas en el segundo tiempo fue fulgurante. Guiados por un inspirado Lamine, imparable en cada acción, el Barça marcó pronto el 2-0. Fue en un centro al segundo palo de Lamine que descolgó Raphinha y Lewandowski remachó en el minuto 48.

En el siguiente cuarto de hora se vio al mejor Barça del curso. Sin errores, bien colocados, los jugadores de Flick dieron una lección de fútbol, con posesión, muchas llegadas y protagonismo de Fermín, que desde la segunda línea hizo mucho daño a la zaga de los alemanes.

El onubense disparó junto al palo en el 63 y tuvo otra más en el 65, pero fue determinante en el 3-0. Un pase filtrado de Lamine para Fermín y un servicio hacia atrás de éste para Lewandowski, que no falló en el 66.

Jugó el Barça ya con los nervios del Borussia, que no sabía si ir hacia arriba para descontar o resguardarse. Fueron inteligentes los de Flick y el equipo alemán nunca se sintió cerca del gol y además sabía que en cada pérdida, el Barcelona le podía hacer mucho daño a la contra.

Y así fue en el 4-0, con una recuperación de Lewandowski y una asistencia de Raphinha para Lamine que definió con mucha clase en el minuto 77.

Lo tenía hecho el Barça. Los cambios finales impulsaron el juego del Dortmund, pero los de Flick apenas sufrieron. En una semana, puede estar en semifinales donde hace mucho que no está.

PSG derrota al «Dibu» Martínez

El París Saint-Germain se colocó en una posición muy favorable para alcanzar por segundo año consecutivo las semifinales de la Liga de Campeones, tras doblegar 3-1 a un Aston Villa bien defendido por el argentino Emiliano ‘Dibu’ Martínez, al que sólo superaron en tres disparos a la escuadra.

El dominio asfixiante de los de Luis Enrique no consiguió crear una tormenta de ocasiones en el área de los ingleses y las que tuvo provocaron una contundente respuesta del campeón del mundo, por lo que tuvo que apoyarse en la calidad de sus jugadores para superarle en jugadas imposibles de Desiré Doué y Khvicha Kvaratskhelia.

Unai Emery se quedó a las puertas de lograr el objetivo con el que se había plantado en París, el de dejar viva la eliminatoria y que el Villa Park dictara sentencia. Lo tenía con el 2-1, pero el tanto de Nuno Mendes en el 92 le pone las cosas mucho más difíciles.

Fue la receta para superar a un ordenado Aston Villa, que pese a salir derrotado dejó mejor imagen que el Liverpool en la ronda anterior, que se fue con la victoria pero dejando una pobre impresión.

Los de Emery fueron más dignos, aunque carecen de la punta de calidad que marca la diferencia a estas alturas de la competición, sobre todo ante rivales tan en forma como el PSG, que acaba de proclamarse campeón de su país y sólo ha concedido una derrota en 2025. Precisamente contra el Liverpool y en uno de sus mejores partidos.

Ante el Aston Villa el guion pareció calcado cuando se adelantaron los ingleses, pero la reacción parisiense no tardó en llegar.

El equipo inglés se adelantó en su primer acercamiento al área de Donnarumma, romper la igualdad. McGinn robó el balón a Mendes en el centro del campo y en una rápida transición Rashford cruzó el balón para que Rogers rematara solo a las mallas en el 35.

Cinco minutos más tarde, Doué sacó a pasear el diamante que tiene en su pierna derecha para doblegar al hasta entonces imbatible Martínez. El jugador, de 19 años, enroscó el balón desde la izquierda para colocarlo en la escuadra contraria, lejos del alcance del campeón del mundo.

Un tanto pleno de talento que justificó la decisión de Luis Enrique de apostar por el joven atacante en lugar de por el más consolidado Barcola.

La estrella en ciernes, que cada vez tiene más peso en la estructura del técnico español, había avisado la víspera de que todo atacante francés tenía que buscar la venganza contra el ‘Dibu’, en quien Francia personaliza la derrota en la final del Mundial de Catar.

Con tablas al descanso, Emery dio entrada a otro central para afianzar su defensa, pero nada más volver de los vestuarios fue el georgiano Kvaratskhelia quien encontró de nuevo la escuadra del ‘Dibu’, en una jugada personal y esta vez al palo corto.

El técnico español del Aston Villa dio entrada a Marco Asensio, que se reencontraba con el estadio en el que jugó la primera parte de la temporada y que le recibió con la misma frialdad con la que lo hizo durante su año y medio en la capital francesa.

Se estiró algo el equipo de Emery, buscó la profundidad de sus delanteros, aunque el dominio siguió siendo parisiense y el mejor un Kvaratskhelia que tuvo en jaque al equipo inglés.

El georgiano, el último en llegar a la constelación parisiense, se ha adaptado a la perfección. Marcó un gol que fue anulado por un ajustado fuera de juego y reclamó un penalti.

En el descuento Nuno Mendes aprovechó una contra para dejar sentada a la defensa inglesa y conseguir una ventaja que puede ser decisiva.

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