En los minutos finales de la final de ida de la liguilla entre Motagua y Olimpia, el argentino Pedro Troglio perdió los estribos como no lo había hecho desde su llegada al fútbol hondureño.

Minutos después en la sala de prensa del estadio Nacional, brindó una corta y explosiva conferencia en la que disparó contra su compatriota Diego Vázquez y quienes le observaron su reacción contra el árbitro Armando Castro.

Pidió que le preguntaran a la Barbie. «Se tiene que callar la boca y ustedes no dicen nada», decía un Pedro sacado de las casillas. Su equipo había perdido 2-1 y terminó con ocho hombres el partido.

«Yo me callo siempre la boca, me aguanto todas las pelotudeces que hablan. Me chupa un huevo ser bicampeón, yo soy campeón, no me interesa tres o cuatro», decía el argentino descontrolado.

“ Y me vienen a peguntar a mi porque reaccionó así, porque tengo 40 años en el fútbol y soy un loco de mierda”. Se apartó del micrófono y dio por terminada la conferencia de prensa.

¿Por qué se molestó don Pedro?, la actuación de Armando Castro, quien tras sacar sin mayor dificultad el partido en la primera mitad, se equivocó una y otra vez en el complemento.

Castro no señaló un penal a favor de Olimpia en una mano de Gonzalo Klusener. Tampoco pitó un penal a Motagua. Expulsó  injustamente a Edwin Rodríguez y la gota que provocó la reacción de Troglio fue la expulsión de Deiby Flores, quien aunque fue correctamente expulsado, la acción fue precedida de una falta del azul Walter Martínez sobre Mayron Flores.

Un partido caótico. Pedro se le fue encima a Armando Castro y fue controlado por sus jugadores. En acta, el árbitro solo colocó que hubo invasión por parte del cuerpo técnico de Olimpia.

Del lado azul, Diego Vázquez no se quedó callado. «Es un cara dura, no tiene cara, con todo lo que le han ayudado. No seas malo Pedro, déjate de joder… que Olimpia se queje de eso. Espero que la Comisión de Disciplina actúe de oficio», apuntó la Barbie.

Al día siguiente, cuando los fuegos interiores se apagaron, don Pedro escribió en Twitter: «Mis amigos y mi familia no necesitan explicaciones y a mis enemigos no me interesa dárselas. Perdón a la gente de Olimpia, hinchas, dirigentes y jugadores por mi reacción en la conferencia. Con todo y juntos a la final».

El miércoles se enfrentan nuevamente a Motagua. Están con una desventaja de 2-1 en el marcador y con tres jugadores titulares menos. Y más del algún fantasma que aparece en olimpismo cuando se enfrenta al Ciclón en finales.

 

 

 

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