Roma, 17 nov (EFE).- En el día señalado, ante una Macedonia del Norte que traía los peores recuerdos y que sembró el terror en la segunda mitad con dos tantos en jugadas aisladas, fue el liderazgo de Federico Chiesa el que, con dos tantos en la primera mitad, acercó a Italia (5-2) a la próxima Eurocopa 2024 de Alemania, para la que ahora solo necesita un punto ante Ucrania.

Italia respiró en el Olímpico de Roma durante la primera mitad. Suspiró aliviada al ver una versión mejorada de su selección en uno de los dos momentos decisivos que le quedaban por vivir. Se animó al ver la versión de un Chiesa que se echó a las espaldas el ataque ‘azzurro’, que recordó a aquella versión que asombró en la pasada Eurocopa que acabó en poder italiano. Pero transitó de nuevo en la preocupación, viendo a un equipo al que casi cualquier ataque le hace daño.

El jugador del Juventus fue un dolor para una Macedonia del Norte que, si bien dejó fuera del Mundial de Qatar a los transalpinos, no fue rival para los que ahora dirige Luciano Spalletti, arquitecto del Nápoles ganador del ‘Scudetto’ el año pasado. Fue vertical, encaró, apareció por dentro e hizo goles. Un completo que animó a la grada.

Triunfo de Inglaterra

Inglaterra, a medio gas, ganó sin brillo a Malta 2-0 con otro tanto más esta temporada de Harry Kane para brindar un gris homenaje a Sir Bobby Charlton, principal protagonista de un duelo sin nada en juego tras la clasificación del combinado británico para la Eurocopa la pasada jornada.

Con el billete en el bolsillo para Alemania después de victoria ante Italia, Inglaterra se tomó el duelo frente a Malta como una oportunidad para homenajear a Sir Bobby Charlton y para dar minutos a algunos jugadores menos habituales.

Charlton, fallecido el pasado 21 de octubre, recibió un merecido minuto de aplausos muy sentido antes del inicio pitido inicial. El sonido de las palmas inundó Wembley para recordar al hombre que en 1966 condujo a Inglaterra hacia su único Mundial.

Pasados los sesenta segundos de emoción, Inglaterra quiso presentar sus respetos hacía uno de sus mejores jugadores de la historia con lo que más le habría gustado al mito inglés: con un buen partido de fútbol. No lo consiguió.

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