Con menos épica que hace dieciséis años en Estambul, pero con parecidas dosis de locura, el Liverpool remontó el partido ante el Milan para empezar con un triunfo su andadura en esta Liga de Campeones (3-2).

Los ‘Reds’, que pasaron del 1-0 al 1-2, tras el gol de Tomori en propia puerta y un penalti fallado por Mohamed Slaha, en 180 segundos locos antes del descanso, enjaularon los tres puntos en la segunda mitad, cuando Salah y Henderson hicieron justicia en Anfield.

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