El Real Madrid, eterno campeón de Europa: el club español conquistó por decimoquinta vez el torneo en el que construyó su leyenda, esta vez superando 2-0 al Borussia Dortmund, este sábado en la final de Wembley.
Dani Carvajal abrió el marcador con un remate de cabeza en un saque de esquina en el minuto 74 y la sentencia la firmó su compañero brasileño Vinicius, con un tiro cruzado en el área en el 83.
La última vez que el Real Madrid había perdido una final del torneo fue en el lejano 1981 y se negó a romper esa racha, a pesar de que el Dortmund le hizo sufrir muchísimo en varias fases del partido.
Las nueve últimas finales de Champions que ha alcanzado han acabado decantándose del lado ‘merengue’. El equipo reconquista así su torneo favorito después de haber cedido el trono el año pasado al Manchester City.
«Nos ponemos un 10. Nuestra temporada ha sido una temporada de 10. Lo hemos manejado muy bien, nuestros jugadores estuvieron espectaculares», celebró el entrenador Carlo Ancelotti.
Tras haber logrado este curso su 36º título en la Liga española, esta Champions corona la temporada y brinda una despedida de ensueño a Toni Kroos, que disputó su último partido en el fútbol de clubes ya que se retirará como futbolista después de la Eurocopa con Alemania.
Tanto Kroos como sus compañeros Luka Modric, Dani Carvajal y Nacho Fernández hicieron historia al sumar una sexta Champions e igualar el récord de títulos de Paco Gento, uno de los grandes mitos del Real Madrid.
Para el Borussia Dortmund, la noche fue cruel. Batalló, plantó cara y por momentos fue superior al campeón español, pero el quinto clasificado de la Bundesliga terminó derrotado en Wembley, el mismo escenario donde había sido derrotado en su anterior final de este torneo, frente al Bayern de Múnich en 2013.
Solo una vez consiguió ganar la Champions, la primera vez que llegó al duelo decisivo, en 1997.
«Una vez más, la calidad del Real Madrid es increíble», se resignó el técnico del Dortmund, Edin Terzic, que aplaudió el rendimiento de sus jugadores.
– Courtois y el palo, salvadores –
El partido comenzó con la sorpresa de varios espectadores saltando al césped e interrumpiendo el duelo un par de minutos y continuó con un Dortmund contagiado del entusiasmo de la ruidosa hinchada amarilla.
La primera mitad fue un catálogo de sustos para los españoles, con el Dortmund acariciando el gol en repetidas ocasiones.
La primera clarísima la tuvo Karim Adeyemi, que un cara a cara ante Thibaut Courtois terminó complicándose y quedándose con poco ángulo (21).
Al palo envió dos minutos más tarde Füllkrug en un tiro cruzado y Adeyemi volvió a intentarlo sin éxito en el 29, con un zurdazo que Courtois blocó en una nueva intervención de mérito.
Marcel Sabitzer, en el 40, puso a prueba los reflejos del guardameta belga con un tiro desde fuera del área, mientras el balance ofensivo para el Real Madrid se limitaba a dos intentos demasiado altos, sin mucha pólvora, de Fede Valverde y Vinicius en el inicio del choque.
– El gigante despierta –
En la segunda mitad, el Real Madrid despertó. Kroos envió un primer aviso de falta en el 49 y en el 50 Carvajal, de cabeza, remataba ligeramente alto.
Al Dortmund le costaba mucho más y Courtois, un auténtico muro para los amarillos en el partido, desbarató la más peligrosa, un remate de cabeza de Füllkrug en el 63.
Pero el Real Madrid estaba mucho mejor que en su invisible primera mitad.
Jude Bellingham estuvo a punto de llegar a rematar de cabeza en boca de gol en el 68. Un presagio de lo que se disponía a ocurrir: un saque de esquina lanzado por Kroos fue rematado por Carvajal directo a la red.
«Salimos vivos de la primera parte, sabiendo que tendríamos nuestro momento. Va a ser cierto que este club sabe sufrir», celebró el lateral español, elegido el mejor jugador de la final, al término del partido.
Con el Dortmund descompuesto, las ocasiones se sucedían en la portería de un atareado Gregor Kobel, hasta que Vinicius, el autor del gol de la final de la ‘Decimocuarta’ hace dos años, puso la sentencia: asistido por Bellingham, el jugador brasileño envió a la red un tiro cruzado en el área (83).
La fiesta ya era blanca. Kroos era ovacionado al ser sustituido en esa recta final.
La última bala del Dortmund llegó en forma de gol anulado a Füllkrug en el 87, que le impidió reengancharse al partido
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