Italia, que llegaba a este encuentro contra Gales con el billete a octavos ya en el bolsillo tras sus dos primeros triunfos, se permitió el lujo de realizar numerosos cambios en su once inicial.

Roberto Mancini optó por el tridente Chiesa-Belotti-Bernardeschi en punta de ataque. Los transalpinos comenzaron mandando, y Chiesa y Belotti avisaron antes de la media hora de juego ante una Gales que lo fiaba todo a las carreras de James, Ramsey y Bale.

En el 39′ llegó el 1-0 tras una falta lateral botada por Verratti. Matteo Pessina apareció en el primer palo para desviar la pelota al fondo de la red. Con el 1-0 se llegó al descanso en el Olimpico en Roma.

No cambiaron mucho las cosas por el paso por vestuarios, e Italia siguió llamando a la portería de Ward. En el 53′ Bernardeschi mandó la pelota al palo en un lanzamiento de falta. Acto seguido, Gales se quedó con uno menos tras la roja directa a Ampadou por una fea falta sobre el propio Bernardeschi.

Los de Robert Page miraban de reojo al otro encuentro de la sección, el Suiza-Turquía, y las noticias que llegaban desde Bakú eran relativamente preocupantes. Los italianos, mientras tanto, seguían a lo suyo, con Chiesa y Belotti haciendo diabluras en ataque.

Italia suma 30 partidos consecutivos sin perder, once triunfos seguidos y más de 1.000 minutos sin encajar gol. Huele a favorito desde aquí. Ahora le toca no perder ese aroma en los cruces.

En el otro partido de grupo, Suiza venció 3-1 a Turquía. Los suizos esperan clasificar como mejor tercero.