Javier Aguirre elogia a Kervin Arriaga, pero le niega el saludo a Quioto

En la conferencia tras la victoria 1-0 de México sobre Honduras en la semifinal de la Copa Oro 2025, el técnico Javier “Vasco” Aguirre tuvo palabras de reconocimiento hacia el mediocampista hondureño Kervin “Misilito” Arriaga. Aguirre reveló que, incluso durante los momentos de tensión en el campo, tuvo un gesto de respeto:

“Se lo dije, se lo dije, que le va a ir muy bien en Levante… Lo abracé y felicité por su nuevo equipo, porque la Liga Española lo va a hacer crecer, es un grandísimo jugador”.

El entrenador mexicano añadió que aprovechó incluso una trifulca durante el partido para acercarse y expresarle su admiración por su reciente fichaje al Levante en España. Ese elogio subraya el respeto técnico que Aguirre le profesa a Arriaga, especialmente por su proyección en Europa.

El gesto que no fue

Sin embargo, no todo fue conciliador. En un episodio que acaparó atención en redes y medios deportivos, Aguirre rechazó públicamente dar la mano al hondureño Romell Quioto tras una acción polémica. Quioto había protagonizado un altercado con el portero Memo Ochoa, encendiendo los ánimos en el campo.

El gesto del “Vasco” —evitando saludar a Quioto— fue interpretado en diversos medios como una muestra de firmeza y autoridad. Si bien no entró en detalles sobre su incomodidad, el ambiente tenso del encuentro y el incidente con Ochoa aportan contexto a la decisión.

¿Mensaje estratégico o reacción emocional?

El doble discurso de Aguirre: elogiar a un rival y a la vez rechazar otro, refleja su estilo directo y polémico. Algunos consideran que se trató de un mensaje estratégico para reforzar la disciplina dentro de su grupo. Otros opinan que fue una reacción emocional hacia un jugador que escaló la bronca durante el encuentro.

Lo que sí queda claro es que Javier Aguirre volvió a demostrar su carácter férreo, mostrando respeto donde considera justo (como con Arriaga) y distancia donde lo considera necesario (como con Quioto).

Con el pase a la gran final ante Estados Unidos, México consolida su estilo: intensidad, disciplina y controles emocionales marcados por su entrenador. Para Honduras, la salida de la Copa Oro será un golpe duro, aunque el rendimiento de figuras como Arriaga deja esperanza de cara al futuro.