Cuando iba camino al camerino, el entrenador tuvo un altercado con los aficionados albos y el argentino les mostró siete dedos de sus manos en señal de los títulos que ha ganado con el albo.

En la conferencia de prensa, sorprendió con sus declaraciones. “Es un golpe muy bajo, sobre todo para mí; hasta aquí llegó nuestra estadía en Olimpia”.

“Cuando un técnico está en él debe, tiene que tomar las decisiones justas. Ya está. Seguiremos trabajando, le vamos a dar mucha importancia a lo que queda y después, capaz, es momento de pensar en regresar a casa”, agregó.

“No tengo nada que reprocharle a los jugadores, hicieron todo lo que pudieron hacer, erramos muchos goles, pero se corrió, nos dejamos el alma y lamentablemente pasan estas cosas, así es el fútbol, es un golpe muy bajo, sobre todo para mí, que te deposita ya en una parte final de tu estadía acá en Honduras, quizá a final de año estaría volviendo a casa, porque este es un golpe muy fuerte”, comentó.