¡Lo volvieron a hacer! Los Astros de Houston del hondureño Mauricio Dubón son nuevamente campeones del Oeste de la Liga Americana, lo hicieron al derrotar 4-3 a los Marineros de Seattle en el segundo de la serie en Minute Maid Park. Es el séptimo banderín en los últimos ocho años, una supremacía absoluta, que solo en la temporada recortada por el COVID-19 en 2020 no pudo ponerse en manifiesto.

Framber Valdez, uno de los lesionados a principios de temporada, se llevó la victoria (15-7) y logró canalizar un gran repunte; dejando 2.91 de efectividad en 176.1 episodios de labor, donde ponchó a 169 contrarios. Jason Heyward; que fue uno de los que llegó para tapar huecos, pegó el HR de la diferencia en el quinto inning, mientras que Josh Hader -pese a tener su segunda EFEC. más alta- llegó a 34 rescates y está a uno de los 200 en su carrera.

Ahora bien, este fue el banderín más trabajado de los siete, por todo lo que este equipo tuvo que luchar, no solo por el comienzo de contienda bastante flojo, llegando incluso a tener 10 juegos por debajo de .500, sino por todas las lesiones con las que tuvo que lidiar un manager debutante como Joe Espada a comienzos de año.

Estos Astros batallaron con lesiones

Avanzada la zafra, los fantasmas de las lesiones aparecieron otra vez, Alex Bregman lidió con problemas físicos, Justin Verlander nunca encontró el nivel, Chas McCormick también fue inhabilitado y Kyle Tucker no volvió hasta hace dos semanas.

Incluso, Yordan Álvarez ha estado atravesando problemas en la rodilla y se ha perdido los dos últimos encuentros.

No obstante, hay que hablar de José Altuve, que fue el que más bateó durante los días de bache colectivo, se mantuvo constante durante todo el año, alcanzó su primer 20/20 desde 2017 y está en su campaña de más hits (183) justamente desde ese año (204). Hay que destacar que sus robos de base, un aspecto de su juego que había estado perdido y aparentemente ha devuelto a la palestra.

Estos Astros ripostaron una diferencia de 10 juegos a mediados de junio. Y, desde que tomaron la punta a mitad de julio, nunca pudieron ser bajados; una muestra de la resiliencia y la filosofía de una organización que aprendió a ganar y a resurgir desde lo más bajo.

Dicho esto, irán a territorio poco conocido. Jugarán la Serie del Comodín ante ese tercer wildcard entre Detroit, Kansas City y Minnesota, en el peor caso Baltimore. Aunque la ventaja es que jugarán esa serie en casa. Y los Astros de Houston en postemporada son otra cosa.

Deja tu comentario