Aficionados, jugadores y entrenadores rindieron homenaje en Brasil a Mario Zagallo, la primera persona que ganó la Copa Mundial como jugador y entrenador.

Zagallo era visto por muchos como la personificación de la selección brasileña, cuyo talento y habilidad le dio reconocimiento mundial. Un cartel que leía “Zagallo eterno” fue colgado en la fachada de la Confederación de Fútbol de Brasil, en donde se llevó a cabo el funeral el domingo en el museo de la confederación. Una ceremonia católica con amigos y familiares se llevará a cabo en el mismo lugar en la tarde antes de que trasladen el ataúd al cementerio Sao João Batista en una corta procesión por las calles de Río de Janeiro.

“Le debo mi carrera en la selección a él”, dijo el exjugador Zinho, quien entre lágrimas le dio un beso en la frente en el ataúd abierto antes de la ceremonia. “Recientemente lo quise visitar, pero no estaba bien, aún así me habló para platicar. Perdí a un padre”.

Zagallo ganó la Copa Mundial dos veces como jugador (1958 y 1962), una como entrenador (con el mismo histórico equipo en 1970) y como asistente de entrenador (1994). Falleció el viernes a los 92 años después de medios locales reportaron que fue hospitalizado tras Navidad.

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