Redacción deportes, 18 dic (EFE).- En el momento imprevisible en el que se mueve el París Saint Germain, sus partidos emulan de nuevo a una montaña rusa, por la que transita a trompicones, de la misma forma que sorteó la exigente visita al Mónaco, al que se adelantó por 0-1, con el que sufrió la remontada y al que finalmente doblegó a última hora por 2-4 con el empate clave de Ousmane Dembele y el 2-3 de la victoria de Gonçalo Ramos.
La reivindicación, en el minuto 83, del delantero portugués por el que pagó 65 millones de euros al Benfica. El futbolista llamado a cubrir el rol del goleador del PSG, suplente este miércoles en un encuentro de la dimensión del duelo en el estadio Luis II contra uno de los únicos equipos que se proponían cuestionar la hegemonía del PSG.
Surgió a tiempo. Su cabezazo cuando el partido enfilaba su tramo final sin un horizonte nada claro para el conjunto de Luis Enrique Martínez no sólo fue la liberación para el vigente campeón francés, sino también para él y para cada uno de los futbolistas del PSG. A la vez, fue una especie de sentencia para el campeonato, disparada ya su ventaja hasta los diez puntos, aunque con un partido más que el Marsella, segundo en la tabla. El Mónaco se queda tercero. Muy lejos.
El PSG ganó un partido que dominó al principio y sintió en peligro en el desarrollo. Su puesta en escena fue prometedora, incluso tomó ventaja en el marcador. Después de un remate al poste al principio y de una carrera trepidante de Bradley Barcola, cuyo remate escorado terminó en la buena parada de Kohn, se sobrepuso a la lesión de Gianluigi Donnarumma con el 0-1 de Desire Doue.
Entre la interminables dificultades goleadores que evidencia el PSG, el técnico empieza a darle continuidad en el once inicial al delantero de 19 años, fichado el pasado verano por 60 millones de euros desde el Rennes.
Por segundo partido consecutivo partió desde la alineación titular, por delante de Gonçalo Ramos en la elección del entrenador. Y cumplió con el gol.
En su primera ocasión, el atacante transformó de primeras, con la derecha, el centro atrás de Achraf Hakimi apenas tres minutos después de haber perdido a Donnarumma, su portero titular en los últimos cinco partidos, por un tremendo golpe con la plantilla de la bota de Singo sobre la cara del portero internacional italiano. Quedó herido en el rostro.
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