Los primeros 45 minutos fueron de desesperación para el hincha ‘Blue’. Con un 4-3-3 algo asimétrico en ataque (mucha libertad para Joao Félix, Havertz y Sterling), fue superado claramente por un Wolverhampton con las ideas más asentadas. Lopetegui ganó el primer ‘round’ y Matheus Nunes, con un golazo, puse el 1-0 poco antes del descanso.
El Chelsea, que apenas inquietó a un José Sá demasiado tranquilo en el Molineux, no controlaba el partido… ni era capaz de transitar con velocidad en los contragolpes. Los únicos que brillaban, y con un contexto eminentemente defensivo, fueron Koulibaly y Fofana, que ejercieron de frontón despejando numerosos balones. Uno de ellos, no obstante, fue al balcón del área donde Nunes, con un golazo, anotando el gol que significó el triunfo.
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